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quinta-feira, junho 25, 2009

Un océano salado en Encélado 

El Mundo (Madrid)
por Rosa M. Tristán | Madrid
Parte de la corteza de la luna Encélado, de Saturno. / NATURE


El agua es básica para la vida. En la Tierra y fuera de ella. Y por ello los astrónomos la buscan por todo el Universo. La nave Cassini de la NASA y la ESA, que orbita alrededor de Saturno, ha encontrado ahora evidencias que sugieren que en una luna helada de este planeta de los anillos, llamada Encélado, podría haber un gran océano salado debajo de su corteza.

Se trata del tercer astro en el que se detecta agua dentro del Sistema Solar y, según los científicos que publican el hallazgo en la revista 'Nature', éste podría tener implicaciones tanto en la búsqueda de vida extraterrestre como en la comprensión de cómo se forman las lunas planetarias.

Encélado, que fue descubierta por William Herschel en 1789 y es la sexta luna más grande de Saturno, según ya había descubierto Cassini con anterioridad tiene unos chorros a propulsión en su superficie por los que expulsa vapor de agua, gas y unos granos minúsculos de hielo que salen despedidos a centenares de kilómetros de la luna, cuya órbita está en el conocido como anillo E de Saturno.

En un artículo previo de 2008, también en Nature, investigadores de las universidades de Postdam y Leicester ya explicaron que los chorros de vapor de agua son expulsados más rápidamente que el polvo, lo que requería la existencia de un mar de agua líquida subterráneo. Pero no tenían pruebas.

En el estudio actual, el equipo científico ha encontrado evidencias de ese océano gracias a un instrumento europeo que ha detectado sales de sodio en los granos de hielo del anillo externo de Saturno. Este anillo se forma de los materiales expelidos por la luna Encélado y en el caso de los granos de hielo, éstos se evaporan y algunos escapan de la gravedad del satélite, formando esa curiosa nube circular en torno al planeta.

Frank Postberg, un investigador del Instituto Max Planck de Alemania, ha sido uno de los expertos que detectó la sal de esos pequeños granos gracias a los datos enviados por el Analizador de Polvo Cósmico de la Cassini, y defiende que es la prueba definitiva de que en el interior hay un capa líquida "porque la disolución de cantidades significativas de minerales es la forma de explicar estos niveles de sales". Los autores calculan que la concentración de sodio es similar a la que se existe en los océanos terrestres.

Dado que los penachos de vapor y hielo son continuos, consideran que es lógico pensar que son alimentados por una gran reserva de agua.

"Nuestras medidas implican que, además de sal, los granos también contienen carbonatos como soda, y ambos componentes son los que, según los estudios de laboratorio, debería haber en un océano de Encélado", añade Postberg.

Si efectivamente hay agua, y dada la temperatura que hay cerca del Polo Sur de esta luna y los compuestos orgánicos encontrados en sus penachos, consideran que se podría dar un ambiente propicio para los precursores de la vida.

quarta-feira, junho 24, 2009

La evolución de los mamíferos bajo la luz de un fósil viviente 

El Mundo (Madrid)
Un ejemplar del monito del monte ('Dromiciops gliroides'), una especie marsupial considerada un "fósil viviente" que actualmente sólo vive en el sur de Chile. | Efe


El estudio del monito del monte, un mamífero marsupial que actualmente sólo vive en el sur de Chile y es considerado un "fósil viviente", ha permitido a un grupo de científicos de la Universidad Austral de Chile aportar luz sobre en la evolución de los mamíferos.

Los resultados de la investigación, publicada en la revista 'Journal of Experimental Biology', muestran algunos pasos intermedios del proceso evolutivo de los mamíferos que, de forma gradual, se completó hace 30 millones de años.

"Los resultados nos muestran que el monito del monte ocupa una posición intermedia entre el reptil y el mamífero, porque no regula muy bien las temperaturas, una característica propia de los reptiles primitivos, con procesos más rudimentarios", aseguró el director del Instituto de Ecología y Evolución de la Universidad Austral, Roberto Nespolo.

El monito es el único representante vivo del orden de mamíferos Microbiotheria, ya que el resto de especies del mismo orden se conocen únicamente por restos fósiles, agregó.

Los científicos aprovecharon el mamífero primitivo, que lleva en su genética los rasgos propios de hace 50 millones de años, para conocer el origen de la capacidad para mantener y regular las temperaturas en los mamíferos.

El animal puede sufrir cambios de temperatura interna de un rango de 10 grados en un solo día, mientras que en el ser humano no varía de un grado, lo que pone la vida del animal a merced de los cambios climáticos.

El equipo de Nespolo capturó una treintena de ejemplares en los árboles y los trasladó a sus laboratorios, donde fueron analizados ante diferentes estímulos externos.

"El estudio ha permitido estudiar en un animal viviente procesos muy antiguos", señaló Nespolo, quien advierte del peligro de extinción de este mamífero, que define como "un reptil con pelo".

El monito del monte, también conocido como chumaihuén o perrito de virtud, forma parte de la mitología local y las supersticiones aseguran que ver ejemplares o tenerlos en casa puede traer mala suerte.

Sin embargo, la tradición también dice que da buena suerte oír sus débiles gritos, parecidos a los de los cachorros de perros recién nacidos, y las creencias campesinas lo consideran "un ratón que nace de un huevo de gallina empollado por una serpiente".

La especie, que se encuentra en los bosques húmedos del sur de Chile, podría haber llegado a América desde Australia a través de la Antártida, cuando ambos continentes estaban unidos.

terça-feira, junho 23, 2009

Des cellules solaires plus efficaces 

Le Temps (Genève)
por Ghislaine Bloch
La sensibilité spectrale de la cellule a été étendue


Grâce à l’adjonction d’un second colorant, les cellules solaires sont désormais capables de réagir à une plus grande partie du spectre lumineux et d’augmenter leur efficacité. Cette découverte a été réalisée par des chercheurs de l’Ecole polytechnique fédérale de Lausanne (EPFL), de l’Université de Stanford, de Ber­keley et Giorgia Tech.

«Il s’agit d’un nouveau paradigme dans la manière de capter la lumière et de la transformer en énergie électrique», explique le professeur Michael Graetzel pour décrire la découverte qui vient de faire l’objet d’une publication dans la revue Nature Photonics.

Technique bon marché

Depuis le début des années 1990, Michael Graetzel a développé un système de cellules solaires à base de colorants qui, comme la chlorophylle naturelle, sont stimulés par la lumière et génèrent des charges électriques. Cette technique à moindre coût permet de compenser le rendement légèrement plus faible que celui des cellules traditionnelles.

Toutefois, ces colorants utilisés par Michael Graetzel, appelés phthalocyanines, ne sont sensibles qu’à une partie restreinte du spectre lumineux. Grâce à l’adjonction de nouveaux colorants – les pérylènes –, la sensibilité spectrale de la cellule a été étendue aux parties rouges, vertes et bleues de la lumière visible.
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Nette augmentation

Le modèle a été testé en laboratoire et a démontré une efficacité augmentée de 26%, comparé à un système basé uniquement sur la phthalocyanine. Cette découverte devrait aboutir à une nette augmentation des rendements des cellules à colorants qui actuellement atteignent un maximum de 12% en laboratoire. Aucun chiffre n’a toutefois été communiqué. «Nous avons de nombreuses perspectives pour améliorer le modèle, explique Khaja Nazeeruddin, chercheur dans l’équipe de l’EPFL. Nous pouvons jouer sur les parties sensibles du spectre lumineux ou envisager un système à trois ou même quatre colorants.»

Notons que le projet est financé par l’Université des sciences et des technologies du roi Abdullah d’Arabie saoudite, à hauteur de 27 millions de francs suisses sur cinq ans.

sexta-feira, junho 19, 2009

Sonda espacial rusa Fobos-Grunt comprobará si vida tiene origen extraterrestre 

Novosti (Moscovo)


Moscú, 19 de junio, RIA Novosti. La sonda espacial rusa Fobos-Grunt, que partirá en octubre próximo hacia Marte y deberá traer de vuelta las muestras del terreno de Fobos, la luna marciana, ayudará a comprobar la hipótesis de que la vida en la Tierra tiene origen en el espacio exterior, declaró hoy Lev Zeliony, director del Instituto ruso de exploraciones espaciales.

"Enviaremos a Fobos culturas bacterianas para averiguar, si sobreviven o no en las condiciones del frío y la radiación, es decir, si pueden viajar con meteoritos, por ejemplo", explicó el científico en una entrevista con RIA Novosti.

Durante tres años del vuelo, las bacterias se expondrán a bajas temperaturas, vacío y rayos gamma provenientes del Sol, o sea, viajarán en condiciones equiparables a las del espacio exterior. La radiación será la prueba más difícil, agregó.

Zeliony subrayó que el experimento aportará luz a la llamada teoría de la panspermia, hipótesis de que las "semillas" de la vida permanecen esparcidas por todo el Universo y llegaron un día a nuestro planeta dando comienzo a la ulterior evolución de organismos vivos.

terça-feira, junho 16, 2009

Hallan un diminuto microbio bajo tres kilómetros de hielo 

El Mundo (Madrid)
Imagen de una colonia de la bacteria diminuta 'Herminiimonas glaciei'. | Society for General Microbiology


Los científicos acaban de descubrir un minúsculo microbio que ha permanecido congelado durante 120.000 años bajo tres kilómetros de hielo en Groenlandia y a 56ºC bajo cero. El hallazgo abre nuevas vías para estudiar las posibles formas de vida en otros planetas.

Jennifer Loveland-Curtze y un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Pennsylvania (EEUU) fueron los autores del descubrimiento de la nueva bacteria, que ha sido nombrada 'Herminiimonas glaciei', según informan en la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology.

Con mucha paciencia, el equipo logró devolverle la vida al microbio: primero incubaron sus muestras a 2ºC durante siete meses y luego a 5ºC durante otros cuatro meses y medio, después de lo cual aparecieron colonias de minúsculas bacterias violáceas.

'H. glaciei' es pequeña incluso entre las bacterias: mide entre 10 y 50 veces menos que 'E. coli', una de las bacterias más estudiadas y presente en el intestino animal. Ese tamaño pequeño fue probablemente lo que le ayudó a sobrevivir en las venas líquidas presentes entre los cristales de hielo y la fina película líquida de la superficie. Los microorganismos con tamaños tan diminutos se consideran más eficientes a la hora de absorber nutrientes y protegerse frente a los depredadores.

La mayoría de la vida en nuestro planeta ha consistido siempre en microorganismos, por lo que los científicos consideran lógico que esto pueda ser así también en otros planetas. El estudio de microbios que viven en condiciones extremas en la Tierra (extremófilos) puede dar pistas sobre qué formas de vida son más probables en el Sistema Solar.

"Estos ambientes tan extremadamente fríos son el mejor ejemplo de lo que podrían ser los hábitats extraterrestres", dice Loveland-Curtze. "Temperaturas tan bajas permiten preservar las células y los ácidos nucleicos durante millones de años. 'H. glaciei' es la única microbacteria entre las que se han descrito que procede del hielo de Groenlandia. Estudiar a estas bacterias puede aportar nuevas claves sobre cómo sobreviven e incluso crecen las células bajo condiciones extremadamente duras, como temperaturas de -56ºC, poco oxígeno, escasos nutrientes, altas presiones y un espacio limitado".

quarta-feira, junho 03, 2009

Las herramientas multiuso de los chimpancés 

El Mundo (Madrid)
por Rosa M. Tristán | Madrid
Diferentes herramientas fabricadas por los chimpancés para recoger miel. | Christophe Boesch


Las capacidades de los chimpancés son cada vez más soprendentes. No sólo son capaces de seleccionar las mejores piedras para cascar nueces o elegir el bastón más fiable para pasar un río. Ahora, además, se acaba de descubrir que también tienen utensilios multiusos que les permiten coger la miel de las colmenas.

El hallazgo ha sido realizado por el equipo del investigador Christophe Boesch, director del departamento de Primatología del Instituto Max Planck de Alemania, que durante años ha estudiado a chimpancés salvajes en África.

Tras 27 años investigando en el Parque Nacional Täi, de Costa de Marfil, en febrero de 2005 amplió su campo de acción al Parque Nacional de Loango, en Gabón, con el ánimo es documentar la evolución cultural y el uso de herramientas entre estos primates.

Entre febrero de ese año y septiembre de 2007, lograron encontrar 614 potenciales herramientas hechas por chimpancés en 45 localizacioens diferentes, la mayoría cerca de lugares con colmenas.

Su sorpresa fue mayúscula cuando observaron que los chimpancés a los que estaban vigilando eran capaces de construir y utilizar hasta cinco tipos diferentes de palitos para ayudarse a encontrar colmenas y poder extraer la miel que contienen.

Comprobaron, según publica New Scientist, que algunos eran muy finos y rectos para poder hacer sondeos en la tierra, en busca de las que están enterradas; otros, sin embargo, acababan en una punta 'trituradora' para poder romper la entrada a la colmena una vez localizada; algunos eran muy finos para servir como palanca alargada y analizar las paredes de la colmena en busca del preciado dulce.
Fases de la recolección

Una vez encontrado el manjar, se hacen con ramitas que tienen los extremos raídos para ir recogiendo la miel y poder sacar el máximo posible al exterior.

Los primatólogos encontraron a menudo todas estas distintas herramientas cerca de la misma colmena, lo que sugiere que estos grandes simios las emplean en el orden adecuado. Algunas tenían incluso dos posibilidades de uso: por un extremo servían para analizar las paredes y por otro servían para recolectar la miel. Es decir, eran multiusos, algo nunca visto en una especie animal que no sea la humana.

Tampoco habían sido encontradas tal como estaban, sino que habían sido fabricadas por los chimpancés en un proceso que requiere varios pasos diferentes, lo que, según publican los investigadores en la revista 'Journal of Human Evolution', requiere una gran capacidad de planificación de cada fase, comparado con el hecho de machacar una nuez con una piedra.

Otro aspecto sorprendente es la capacidad de estos primates de concebir objetos que no son vistos, como son las colmenas que están enterradas bajo tierra. "Las habilidades mentales que necesitan para realizar esto son las mismas que se supone que tuvieron los primeros seres humanos en los inicios de la Edad de Piedra", ha señalado Boesch.

Es más, el primatólogo cree que fue precisamente el deseo de obtener miel con éxito uno de los factores de presión que pudo haber favorecido el aumento de la inteligencia en nuestra especie.

Aún hoy, la miel sigue siendo uno de los manjares que más se valoran entre algunas étnias de cazadores recolectores de África.

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